Los conductores de los camiones que llevaron la ayuda
humanitaria a Donbass desde Rusia han
contado lo que han visto en los territorios donde el ejército ucraniano realiza
operación “antiterrorista”.
Andrey Koneev, voluntario conductor del camión nº 234: “La
gente nos recibía con lágrimas. Hemos traído comida justo a tiempo. La hambruna
en la ciudad ha alcanzado tales extremos que la gente recogía cereales
esparcidas por el suelo. Ahora en
Lugansk no hay ni electricidad ni comunicaciones. Los habitantes se enteraron
que hemos traído medicamentos, agua y cereales por los altavoces. La gente venía en autobuses a los puntos de
reparto de la ayuda. Venían gente civil de Lugansk. Las mujeres traían fotos de
sus hijos y lloraban…Pedían que no las dejáramos a su suerte en los tiempos de
guerra…”
Serguey Alekseevich, conductor de la región de Volgograd: “Era
horrible. Por la noche yo estaba ayudando a descargar el camión. De repente se
me acercó una niña de unos 9 años. Le di un tarro de mermelada. Lo comió como
si no hubiese comido durante mucho tiempo.
Le dí la ración de comida que llevaba para el viaje. Lo agarró, comió de
prisa y se lo llevó. A lo mejor se lo llevó para su familia. Se fue tan rápido
que no pude averiguar por qué estaba tan hambrienta y sola a esas horas…”
Muchos conductores repartieron las raciones de comida que llevaban
con los habitantes.
El convoy trajo no solamente comida sino también medicamento
para los enfermos de diabetes y enfermos de corazón y generadores de
electricidad.
Los conductores no dan créditos a las destrucciones en la
ciudad. Casi todos los cristales en los edificios están rotos, las calles están
llenas de papeles, escombros, objetos personales, juguetes, libros, ropa…Hay
zonas donde no se ha quedado en pie ningún edificio.
Andrey Koneev: “Hemos esperado 10 días a la Cruz Roja que al
final no ha cumplido su cometido. Hemos dejado de esperarles y hemos ido sin su
colaboración. No podíamos esperar más. No sé lo que escriben de nosotros los
medios. Pero creo que hemos hecho lo correcto.”
Muchos conductores que voluntariamente han participado en
esta misión dicen que están dispuestos a repetirlo mañana.